lunes, octubre 30, 2006

obsesiones

La idea revolotea dentro de la cabeza como un pájaro atrapado en una habitación.
De tantos golpes que se ha dado contra mis ventanas mentales ha perdido el sentido de la orientación y ya no sabe si existe por sí misma o si es el eco de un dolor pasado.
Si yo abriera la boca de par en par imitando al león de la metro goldwyn-mayer, la idea tal vez saldría volando, mareada, y yo me quedaría con la cabeza como una jaula vacía, mirándola alejarse por el aire huyendo de mis propias trampas.

jueves, octubre 19, 2006

la espalda

Por la espalda el dolor sube lento como un insecto al que le falta una pata o como un día de lluvia en el que no se puede salir a la calle (las gotitas de agua dando transparentes cabezazos al cristal, zapateando en el tejado para que alguien las deje entrar a secarse los pies).
Convivir con el dolor pero sin perder la carcajada, la mirada crítica, la flecha que apunta a la frente.
Mi cuerpo es hoy una casa repleta de habitaciones, muchas no sé ni dónde están, perdidas en el inmenso mapa desdibujado que soy. En una de ellas habita este miedo que a veces se asoma y me saca la lengua para que no lo olvide. Si esto pudiera ser realmente así, si yo fuera una casa, mi espalda sería la escalera por la que un ejército sube y baja cada día dando golpes, enterrando minas personales que ni siquiera explotan, arrasándolo todo. Lo que queda es esta molestia sentada en mi silla y la infantil sensación de que sólo una pócima mágica podrá arrancar el dolor, el miedo, extirparlos como un diente o una uña podrida. Extraerlos como se saca una foto de un álbum.

martes, octubre 10, 2006

hablar

conjuga el verbo
desata los nudos
descose la boca
abre el esternón con las dos manos
y mete la cabeza
coloca el anzuelo
tira de la cuerda
rompe el vacío del frasco cerrado

empieza balbuceando
arma cada palabra como si jugaras al scrabble
con las pocas letras que te queden
que sepas

sal del círculo

salta del columpio
que te aleja y te acerca
de tu tristeza redundante

empieza a contar el cuento
la historia
desde el principio

por esta vez
deja al bufón de lado
y también la conciencia

haz callar al silencio
y habla

martes, octubre 03, 2006

el tiempo

Cuando y donde nací el otoño empezaba en marzo.

Cambiado el rumbo
dado vuelta el mapa
el otoño llega cuando acaba septiembre.

El cuerpo finge al final del verano
seguirle la corriente
a las nubes, a las hojas de los árboles,
a la luz lenta de los amaneceres, al frío en los pies,
a la taza de té a media tarde, a la música confabulada con la lluvia,
a esta melancolía.

Sin embargo
dentro del entramado histórico
de células y neurotransmisores aturdidos
a veces se perciben focos de rebeldía,
desórdenes, motines
como si los recuerdos que estaban escondidos
con las fechas cambiadas
quisieran derrocar al calendario, al mapa

poner el tiempo y el espacio en orden
volver sobre sus pasos

recuperar sus coordenadas
como un barco perdido en la niebla.