la vuelta
A las diez y cinco
el sol asomó un brazo entre las nubes.
Desde la ventanilla del tren,
yo veía pasar las vías vacías
subrayando el paisaje
mientras algo latía
en mi sangre
o en mi espíritu rozado por tus dedos.
el sol asomó un brazo entre las nubes.
Desde la ventanilla del tren,
yo veía pasar las vías vacías
subrayando el paisaje
mientras algo latía
en mi sangre
o en mi espíritu rozado por tus dedos.