vuelo de cigüeñas
¿De qué se trata todo esto? ¿Otra vez otra pregunta? ¡Pero si la fila de preguntas da vuelta a la esquina!: amontonadas, apresuradas, algunas distraídas mirando los carteles, otras ansiosas. (Veo aquella marcharse antes de que pueda atenderla e intentar el atisbo de respuesta. Que ya vendrá más tarde, que ya vendrá otro día). Una oruga interminable de cuestiones abiertas como libros en blanco circunvala la mañana del lunes y también las del jueves o del martes (depende). Días de pájaros locos picoteando el cerebro. Ratitos de silencio (en sus brazos los pensamientos son plácidas cigüeñas acariciando el aire), trocitos de respuestas.
Luego otra vez el vértigo, el movimiento interminable.
Tampoco debe ser así. ¿O sí? Cuando creías haber llegado a puerto, el propio puerto se pone en movimiento, se cae al agua, se convierte en una nave de destino impreciso.
Y tú, que persigues respuestas sabiendo todo esto.
(Todo esto que no es todo verdad ni tampoco mentira. Depende del cristal, del minuto, de la luz en la cara).
(Hacerse las preguntas y deshacerse de las respuestas. Pero a veces, desear deshacerse también de las interrogaciones durante ratos llenos de tregua, banderas blancas en lo alto, amapolas o almendros florecidos al borde de la carretera).
Luego otra vez el vértigo, el movimiento interminable.
Tampoco debe ser así. ¿O sí? Cuando creías haber llegado a puerto, el propio puerto se pone en movimiento, se cae al agua, se convierte en una nave de destino impreciso.
Y tú, que persigues respuestas sabiendo todo esto.
(Todo esto que no es todo verdad ni tampoco mentira. Depende del cristal, del minuto, de la luz en la cara).
(Hacerse las preguntas y deshacerse de las respuestas. Pero a veces, desear deshacerse también de las interrogaciones durante ratos llenos de tregua, banderas blancas en lo alto, amapolas o almendros florecidos al borde de la carretera).