poemas de otros
Me lo manda E. por e-mail. A veces, ciertos correos electrónicos llegan como si alguien deslizara un sobre por debajo de la puerta. En este caso se deslizó Pessoa cuando escribe a través de Alberto Caeiro.
No basta abrir la ventana
para ver los campos y el río.
No es bastante no ser ciego
para ver los árboles y las flores.
También es necesario no tener filosofía.
Con filosofía no hay árboles: hay sólo ideas.
Hay sólo cada uno de nosotros, como un sótano.
Hay sólo una ventana cerrada, y todo el mundo afuera;
y un sueño de lo que se podría ver si la ventana se abriera,
que nunca es lo que se ve cuando se abre la ventana.
No basta abrir la ventana
para ver los campos y el río.
No es bastante no ser ciego
para ver los árboles y las flores.
También es necesario no tener filosofía.
Con filosofía no hay árboles: hay sólo ideas.
Hay sólo cada uno de nosotros, como un sótano.
Hay sólo una ventana cerrada, y todo el mundo afuera;
y un sueño de lo que se podría ver si la ventana se abriera,
que nunca es lo que se ve cuando se abre la ventana.