jueves, noviembre 25, 2010

más temprano que tarde

Retar a duelo al duelo
y que la vida viva gane la contienda.

jueves, noviembre 18, 2010

cambio de costumbres

En cuanto abrió la tienda, me lancé sobre el mostrador a cambiar unas costumbres.
- ¿Tiene el ticket? – preguntó la empleada sin apenas mirarme.
Fingí buscarlo revisando mis bolsillos torpemente, pero tenía muy claro que estas eran costumbres que había adquirido hacía mucho tiempo y quién sabe dónde estaría el resguardo.
- Sin ticket no se las puedo cambiar. Además están en bastante mal estado – comentó la empleada revolviendo mis viejas costumbres sobre el mostrador como si fueran jerseys de lana con bolitas.
Al ver que yo me resistía a moverme sin hacer ningún cambio, la mujer sugirió:
- También puede dejar estas costumbres en el contenedor de reciclaje (aunque le sorprenda, alguna gente las puede necesitar) y aprovechar nuestra oferta de la semana: hay unas nuevas costumbres estupendas en la quinta planta. ¡Y a precios poco acostumbrados! – acabó diciendo con una enorme sonrisa de vendedora.
Y allí estaba yo, un día cualquiera como hoy, reciclando mis costumbres y cogiendo una nueva: sólo una para empezar (y que estaba deseando estrenar antes de cumplir muchos más años).

viernes, noviembre 12, 2010

jugando antes de dormir

Detrás de sus palabras se escondían otras palabras.
Tímidas, apenas asomaban la nariz, se amontonaban. Se daban calor. Se apretaban. Detrás de sus palabras, como detrás del muro que dobla la esquina: una bandada de palabras, temerosas de asomar la punta del dedo gordo del pie, de que se les despeine el flequillo, aterradas de malinterpretarse, de desintegrarse en al aire, de significar.
Se agarran de las manos, se sostienen, que ninguna se escape. Que nadie las descubra allí detrás, como un perro asustado, disimuladas para casi todos (menos para mí, que las intuyo alborotadas sin apenas respirar o moverse).