viernes, junio 18, 2010

ilusión

Si yo tuviera una ilusión, ¿la metería en el cajón de la cómoda, al fondo, donde no le dé la luz ni el aire?
¿Le inyectaría cloroformo a las tres de la tarde? ¿Le ataría las alas con alambre, para que no se vuele o no se agite, para que no alborote la rutina de nada?
¿La sacaría a pasear los domingos, atada como un tigre de circo, con los ojos vendados?
¿Le taparía los oídos de canciones y flores, de susurros y verbos?
Si yo tuviera una ilusión, ¿la escondería debajo de las facturas de teléfono, los resúmenes del banco, los anuncios de móviles?
¿Le recitaría el calendario por la noche? ¿Todo el tiempo que pasa, accidentes de vidas destrozadas, el sustrato vacío que dejan las mañanas sin besos?
Si yo tuviera una ilusión, ¿la tendría a pan y agua, una dieta sin planes? ¿la pondría en una caja sin ventanas?
A mí ilusión quiero izarla como una bandera de una barco que rebosa horizonte, ponerle parmesano, deletrearle el verano, asomarla a los bordes, bailarle las cuarenta, cosquillearla, jugar como se juega cuando la vida es eso.
(Y sin embargo la vida sigue siendo esto, creer que como por arte de magia un accidente mortal en la vida de otros nos despabilara como a una vela temblorosa).