jueves, febrero 21, 2013

Parajoda

Mi corazón está re mal de la cabeza.

miércoles, febrero 20, 2013

fragmento

Se desdibuja el mundo
si apareces
y si desapareces
se derrama la luz
y ya no veo.

lunes, febrero 18, 2013

la cicatriz

La cicatriz se abrió de repente y desde la herida deshilachada comenzaron a salir, como de una chistera de mago: un animal parecido a un murciélago, sangre, burbujitas de grasa como globos de feria, un zapato de niño, la cabeza de una muñeca de plástico guiñando un ojo, una taza de té con un borde manchado de rouge, una hoja de periódico, una postal de Klee, un disco de vinilo de Frank Sinatra, roto, un candelabro con cera roja derretida y pegada, una canica, un libro de colegio.
Mientras tanto, mientras todo salía a borbotones inundando la habitación, Emiliana pedía una aguja e hilo a los que la miraban asombrados.
Cosió la cicatriz con un poco de esfuerzo y empujó con un dedo a un muñeco de trapo que asomaba: -Andá pa' dentro - dijo, y el muñeco se hundió en la carne como un barco en el mar.
Naúfragos quedaban los objetos que ya se habían salido y que Emiliana miraba con gesto de ternura, como si fueran fotos viejas rescatadas del arcón del altillo.
- Hoy es mi cumpleaños - dijo Emiliana - y para estas fechas siempre pasa lo mismo, no se asusten. La cicatriz se abre como se abrió la tripa de mi madre para que yo saliera, y se escapan las cosas que he querido guardarme y algunas que se colaron contra mi voluntad. Supongo que son muchas y que están apretadas. Pero no pasa nada, seguro.
- ¿Y qué piensas hacer con todo esto? - preguntó alguien mirando los objetos dispersos por el suelo.
- Haré lo que hago siempre - dijo Emiliana-. - Guardarlos debajo de la cama-.
Y separó del piso la manta que colgaba, como si de otra cicatriz se tratara, y todos vieron objetos como hormigas debajo del colchón sobre el que ahora Emiliana jugaba con los hilitos que asomaban de su herida cerrada.

domingo, febrero 17, 2013

the eternal sunshine of the spotless mind

Mirando fotos, en las que aparezco, de un viaje a Londres al que nunca fui.

sábado, febrero 16, 2013

disciplina

Hoy mi disciplina hace aguas.
Ella no lo sabrá pero me hundo

barquito de papel hacia la alcantarilla
titanic de entrecasa
casa del perro con goteras
paraguas dado vuelta
vencido por el viento.

nieve

La nieve es muy desordenada.
Los copos caen sin organización y sin siquiera (mucho menos) aplomo. Huyen unos de otros como si fueran a perder el metro o tuvieran que recoger a sus hijos ya tarde en la escuela.
Los copos caen hacia cualquier lado, cada uno nervioso, convulso, sin seguir (en absoluto) la ley de gravedad a rajatabla, como si quisieran irse de viaje antes de estrellarse en el suelo y fundirse. Pequeños paracaidistas locos van y vienen como si polinizaran el invierno. Suben, bajan, se entrecruzan, vuelven hacia atrás, albinos seres que quieren regresar a su nube nodriza porque se han dejado el gas abierto u olvidado las llaves puestas en la puerta.
La nieve es muy desordenada y caótica antes de ser estepa o manto blanco tan sereno, tan contradictorio de su previa esencia desmembrada.

jueves, febrero 07, 2013

sangre

cuando la doctora pinchó el brazo con la aguja para extraer la sangre, abrió los ojos muy grandes al ver manar aquel líquido blanco. lo que la paciente más paciente del mundo tenía en las venas no era sangre, sino Woolite.