martes, febrero 25, 2014

festín

Me encanta cocinarte
tanto
como comerte
tanto.

lunes, febrero 24, 2014

me encanta esta frase (de una canción)

el deseo sigue un curso paralelo
y la historia es una red y no una vía.

Jorge Drexler. El otro engranaje.

viernes, febrero 21, 2014

naif

Inventaré palabras
para hacerte un sombrero
un paisaje
una ensalada
olor a otro lugar
malabares
pasos de baile
mañanas de domingo los lunes,
ventanas.

jueves, febrero 20, 2014

desmadejar

Mi padre tenía unas manos muy bonitas. Recuerdo prestarles especial atención, haberme dado cuenta de aquello desde muy niña. Eran manos de hombre delicado, con dedos largos como de escribir poemas sin mancharse.
Mi padre nos hizo una madeja con esas mismas manos. Se tomó casi toda su vida para hacerla, como si hubiera estado, dedicado, jugando un juego que ni él comprendía. Dentro de la madeja metió la música, la delicadeza, el miedo, el silencio, a Freud, la poesía, la inmovilidad, el humor, la ausencia, la culpa, la melancolía. Tantas cosas tan interminables.
Mi padre tenía unas manos muy bonitas con las que en un momento dado le dio pavura abrazar la vida.
Para irse, abrió una de sus manos y dejó caer la madeja tan parsimoniosamente elaborada.
La vimos rebotar en el suelo como una pompa o un planeta loco, muy en cámara lenta, y todavía (aún es pronto, lo sé) la sentimos pasearse entre nuestras piernas como un gato que alguien ha recogido de la calle y que no tiene un nombre que lo nombre.

martes, febrero 18, 2014

quietud

¿De qué sirve la palabra quietud?
¿Quién la ha inventado?
Habría que devolverla
o
meterla en un carguero
que descubra ella misma
el mareo del azote del mar
o de lo incierto.
Habría que decirle que se tumbe en la tarde
y que vea cómo baila la historia
el galope del tiempo
cómo nada puede quedarse quieto.
El goce de mirar
y no ver enseguida lo mismo.
¿De qué sirve la palabra quietud?
Quien le puso esa q de quimera
acertó
pues es una palabra que vive una mentira.
Todo el tiempo todo el rato todo
se columpia en la rama de un árbol
estirando las piernas
se acomoda de aquí y de allí se cae.
El mundo es un mapa impreciso
que hay quien quiere clavar en la pared
con tres chinchetas rojas y una blanca.
Pero
perdurar sólo perdurará
esta alharaca inquieta,
agotadoramente estimulante.

lunes, febrero 17, 2014

paciencia impaciente

Me puse los auriculares con esa canción y me senté a esperarte. Pero te espero distraída en mis miles de cosas, no vayas a pensar que estoy pendiente mirando quién se baja de los colectivos, qué pierna desensilla del taxi, qué pasos se escuchan a lo lejos.
No.
Te espero solamente sabiendo que en algún momento vendrás, pero sin mirar el reloj ni las puertas que se abren.
Te espero de esa forma en que todo sorprende: la barba de ese hombre, el perro, la forma de la nube, el libro subrayado, la canción que sigue, el color de la tarde.
Esperándote todo es inesperado
todo es un vuelco.
Todo es vaivén que
va y va y va y,
dale,
ven.

martes, febrero 11, 2014

centro

- Hola, muy buenos días.
- Buenos días.
- Venía a recoger mi centro.
- ¿Su centro? ¿Cuándo lo dejó?
- No recuerdo bien, perdí el papelito. Creo que fue en octubre, le patinaba una aguja y hacía un ruidito raro si te movías mucho.
- ¿En octubre dice? Hummmmm.
- ¿Qué ocurre?
- En noviembre se quemó el centro, nuestro Centro de reparación y ajuste de centros.
- ¿Este mismo Centro?
- Exacto.
- ¿Y?
- Su centro estaba entre los objetos carbonizados.
- ¿Mi centro?
- Sí, no hubo nada que se pudiera hacer. ¿No notó usted nada, en la distancia?
- Con el centro de sustitución que me dejasteis más o menos me fui apañando. Noté que viraba más a la izquierda. Noté algún que otro pajarito en la cabeza. Noté que perdía cosas. Noté que no me apetecía usar la agenda ni los ascensores.
- Su centro.
- Me podrían haber avisado. ¡He perdido mi centro para siempre!
- A ver: sin centro se puede vivir.
- Sí, con uno de sustitución atrás de otro. Adaptándome cada vez a un nuevo centro, ajustándome a sus costumbres, sus vicios, sus debilidades. Algunos chirrían.
- Ya.
- No sé. No sé.
- Tampoco le queda mucha elección. Su centro no está más.
- ¿Y hacerme uno nuevo, pero para siempre?
- Jajajajajajajajajajaja. Ningún centro es para siempre, por suerte.
- El mío era para siempre. Y me lo quemaron.
- El suyo se desajustaba todo el rato y por eso usted lo traía todo el rato. ¿No se acuerda?
- Perdí el centro, me acuerdo de poco.
- No haga una escena.
- Quiero poner una reclamación.
- ¿Para?
- Para reclamar mi centro. Aunque sean sus restos. Quiero llevármelos y ponerlos justo en el centro.
- ¿En el centro de qué?
- (Dubitativo) En el centro de…. En el centro de….
- Si usted perdió su centro, ¿en el medio de qué centro quiere poner el recuerdo de su centro?
- ¿A usted le pagan por marear a la gente?
- Sólo por descentrarlos, así generamos nuevos clientes. Vivimos de ajustar centros ajenos.
- Pues yo paso. Lo tengo decidido. Voy a vivir sin centro, ladeándome cada mañana, anidando en la periferia, cayéndome hacia fuera de mí mismo. Voy a hacer un bolero al descentre.
- Me parece perfecto. Verá qué interesante.
- Caminaré al borde de las cosas. Llevaré el extrarradio a flor de piel. Seré un equilibrista de la vida.
- Ajá.
- Cenaré a cualquier hora. Daré vuelta el colchón a media noche. No atenderé el teléfono.
- Ajá.
- Echaré a mi psicólogo. Seré sonámbulo por la tarde. Perderé el norte en cualquier esquina.
- (Con tono condescendiente) Ya me va contando cómo le va la vida, vaya tranquilo, vaya.
- Me apetece. Debería quemar todos los centros. Sería todo distinto.
- Y tanto.
- Sería todo distinto.
- Demasiado.

lunes, febrero 10, 2014

lo leí en una exposición

Hay cucharas. Hay lunares y cruces. Hay lágrimas. Hay relinchos y abrazos. Hay honor. Hay oscilantes almas. Hay cejas, bocas, canas. Hay cola. Hay amores sin alas. Hay nada. Ceniza del hay ido, pintura; ceniza del ay ido, palabra.

José Miguel Ullán

viernes, febrero 07, 2014

azul

Encontrar un Sugus olvidado de ayer
en el bolsillo izquierdo.
Y que sea azul.

jueves, febrero 06, 2014

amor

Entrar en tu vida
como un elefante en una cacharrería:
darle la vuelta a todo.
Pero a la misma vez
entrar en tu vida en puntitas de pie
como un susurro justamente ahí
donde tiembla tu voz
bajo mi lengua.

miércoles, febrero 05, 2014

abracadabra

Siempre anhelé extirpar
con la magia de un truco de niños
(nada por aquí)
eso que no puedo nombrar
ni con todos los lenguajes
que crujen en mi boca.
(nada por allá).

lunes, febrero 03, 2014

huir

- Buenos días.
- Buenos días.
- Dígame, en qué puedo ayudarla.
- Vengo a huir.
- ¿Así, con lo puesto?
- Cuando se huye, se huye con lo puesto, descalza, despeinada.
- ¿Pero el pasaporte lo trae?
- ¿Es imprescindible?
- Depende. ¿A dónde quiere huir?
- Quería huir de ser adulta.
- (Carcajada). Ah! Pero usted es un cliché con patas! ¿No se le cae la cara de vergüenza?
- Usted me preguntó. Yo le contesto. Si se burla, me voy a otra oficina.
- No hay otras oficinas para lo que usted quiere. En realidad no hay ninguna oficina. Cerraron todas en 1994.
- ¿Entonces cómo hago? No quiero ser adulta.
- Lamento informarle que usted ya es adulta. Se le ve en el iris.
- Ah, ¿ya? ¿Y cómo no me di cuenta? Creí que tendría tiempo de detener el tiempo.
- Suele ocurrir. Un día nos despertamos siendo adultos y no nos dimos cuenta. Lleva unos días acomodar el cuerpo, la cabeza, lo que hay en la nevera, los libros, las canciones.
- Pero yo quería huir.
- Haberlo pensado antes.
- Antes estaba ocupada siendo infantil. No pensaba. Todo esto ocurrió de repente.
- (Carcajada, otra) Que le quiten lo bailado, entonces.
- Lo que yo quiero es seguir bailando, justamente, esas cosquillas.
- Pues bailar y ser adulta se pueden complementar, me parece.
- Entonces, ¿bailaría usted conmigo para comprobarlo?
- Si no huye, encantada.