martes, diciembre 01, 2015

escritura automática

No escribir escritura automática. No, Estela, no.
No hacer más trampas. No.
Ya no tenemos quince años.
¿Ya no? Ah, no, ya no tenemos.
No escribir como si la inconsciencia llamara a la puerta, buenos días, adelante, qué le apetece, de qué tiene ganas, dígame, inconsciencia, qué la trae por aquí.
No.
Escribir con las manos en la cabeza, sosteniéndola, después de estrujar mucho un concepto, amasarlo durante horas, cocinarlo lentamente, escribirlo, borrarlo, hacer bollitos de papel, tirarlos al tacho jugando a ser jugadora de baloncesto.
Señora inconsciencia por dios, se quiere estar quieta, se quiere estar sentada. No todo tiene que ser estimulante en la vida. A veces hay que aburrirse. A veces toca ser adulto y escribir sobre lo que nos pasa de manera clara, es decir, no jugando con las palabras, eso es un truco muy básico, ya lo conocemos.
Sí, ahora que lo menciona, usted es muy hábil con las palabras, usted saca de aquí de allá, hala, la gente con la boca abierta, la gente cierra la boca para tomar aire y la vuelve a abrir y dice, como si hablara todo con mayúsculas: ¿CÓMO HA HECHO USTED ESO? Y usted, mejor dicho, su ego infantil se relame, se encandila, se encariña, se encasquilla y listo, para qué queremos más, si ya el ego ocupa la habitación y no hay espacio para otra cosa. Ah, bueno, sí, el ego y la inconsciencia que se llevan muy bien. Pero no.
No escribir escritura automática. No.
Pensar antes de hablar. Pensar antes de hacer. Pensar, pensar, pensar. Darle vueltas a la idea hasta el mareo, el desmayo, el hartazgo.
Coger un concepto y desmembrarlo, la lección de anatomía, arrancarle las vísceras, meter los dedos en las llagas, oler, tocar, escribir un informe bien escrito. No escritura automática: una autopsia no puede ser escritura automática.
Usted suelta las frases como dardos, ahí se quedan pegadas en la diana, pero para qué, de qué le sirven. Tiene pensamientos flecha, atraviesan su cabeza como el correcaminos, fiuuuuuu, nada los para.
Usted tiene que pensar más. No escribir escritura automática que es un juego gracioso pero inútil.
¿De qué está usted hablando por ejemplo, ahora mismo? Podría enunciar (denunciar) una idea?
¿Usted se da cuenta de que está haciendo todo el tiempo trampas? ¿Que le asoman las cartas por las mangas, el trasfondo de la chistera está roto? ¿Usted no piensa hacer nada al respecto? ¿Volverse seria, sentar cabeza, pensar de manera organizada?
La escritura automática, la inconsciencia y su ego no la van a llevar a ningún lado.
Siga usted por ahí y va a derrapar. Caer por el precipicio, pisar con mal pie.
¿Usted no quiere escribir en serio de todo aquello que no la deja dormir?
¿Usted prefiere esto? Luego no se queje ni se ponga poética. Escriba embarrándose, como los escritores de verdad y no esta pantomima.