jueves, diciembre 03, 2009

sin alas

Entrar en esta nueva rutina como un satélite perdido entra otra vez en la atmósfera. En el viaje de vuelta, ha perdido algunas piezas y recopilado heridas en este fuselaje desprovisto.
La herida que más duele es la de lo dicho sólo a medias, lo reservado para cuándo, lo decapitado en pleno vuelo y no llorado aún a moco tendido, como lloran los niños o los astronautas abandonados a su suerte.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

y no fuiste al taller de reparaciones todavía? lo digo porque si te faltan piezas y quieres volver a volar...

es tan bella la imagen de una astronauta llorando...como siempre llevan escafandra, es más que raro!!!

Pero dicen que es tremendo, porque por la falta de gravedad sus lágrimas humedecen todas las órbitas de todas las atmósferas y han de hacer mucha fuerza para que caigan estas gotitas saladas(en una especie de filigrana) y que así, de verdad se sepa que están llorando.

Samsa, de veras, espero que no llores como una astronauta...

12:06  
Blogger samsa said...

hola anónima descubierta!
oye, espero que ahora que has perdido el anonimato no dejes de escribir comentarios... o sí?????

un abrazo.

samsa

20:24  

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