jueves, julio 10, 2014

divagando

en pocos meses la muerte se hizo muy presente.
la recibí como si siempre hubiera estado. es curioso. la muerte y su circense fanfarria y luego no es más que un cuerpo tibio inerte, una mano que ya no va a temblar debajo de las sábanas. un pulso que no se encuentra aunque busques y palpes y pronuncies un nombre.
la muerte.
tan oronda y henchida de haberse conocido y luego es tan simple como abrir una puerta y mirar
una camilla que se aleja con un cuerpo tapado
la vereda de enfrente en la que no da el sol
un vértigo hacia adentro
y todo esto tan desordenado.