lunes, marzo 31, 2014

linchamientos

Matar a alguien a patadas es como ser futbolista de la sangre.
Gol en los dientes desperdigados.
Gol en la cabeza como un jarrón roto.
Gol en la barriga reventada de odio.
En mi país de fútbol alguna gente mata a patadas, con hinchada incluida alentando el derrame.
Con un rencor muy viejo que no se curará gane quien gane.