jueves, mayo 12, 2016

Instrucciones para hacer un duelo

No empezar a construir el duelo por el tejado.
Tampoco hacer un pozo.
Ni levantar un muro.
No cerrar los ojos.
No empezar por la letra O.
No romper las cartas. No esconder los golpes.
No poner agua oxigenada en las heridas.
No hacer orden. No guardar en cajas.
Escuchar música triste.
Dejarse llevar por no saber qué hacer.
Antes de dormir recordar el abrazo.
Llorar a moco tendido.
Llorar a pierna suelta.
Enfadarse lo mínimamente necesario.
Enfadarse muchísimo, sacar la rabia con su correa larga (y su bozal, para que no muerda a nadie) a dar la vuelta a la manzana.
Recordar y sonreír, aunque duela justo ahí.
Hacer terapia, aunque sea por skype.
No querer entender ni ser entendida. Saber que entender es una aspiración casi imposible.
Dejarlo salir, dejarlo salir, dejarlo salir.
(Algún ratito dejarlo quedarse, regodearse en el recuerdo).
No saltarse casillas.
Saltarse las casillas y retroceder al inicio de la partida todas las veces que sea necesario.
Abrir la ventana.
Respirar.
Tener miedo.
Nombrar.

2 Comments:

Anonymous mjfs said...

A veces se juntan unos a otros y parecen no tener fin... Pero también acaban pasando, eso es lo mejor de todo, que pasan... Siempre sorprendentes tus textos.

01:21  
Blogger samsa said...

Los duelos se amontonan a veces, es verdad, y a veces estamos haciendo uno que en realidad es otro. O haciendo otro creyendo que es el de ahora y resulta que es antiguo, mal curado.
Yo hice estas modestas e inútiles instrucciones para pasar uno de ellos.
Me alegra que te gusten mis textos. Gracias.
Un abrazo
Estela

10:54  

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