domingo, julio 09, 2006

de un sueño

El caballo era izado como un piano de cola
desde la ventana que daba
al patio interior

el patio era estrecho
y el caballo no oponía resistencia

para qué

A mitad de camino
la soga se detiene
el caballo queda colgando
pegado a la pared

quieto

parece que esperara a que alguien
le pusiera debajo de las patas
(como si le probaran un zapato)
una pradera
una playa
(un cuadradito de suelo firme
donde apoyar
la puntita del pie)

Sin embargo debajo
de su lánguido cuerpo
la boca que forman las paredes del edificio
se abre como deseando que la soga se rompa
que el caballo caiga
dentro de su garganta de ladrillos

Me asomo a mi ventana, enfrente,
desde la que he visto todo

(el caballo flameando muy suave,
un saquito de té
goteando sobre la taza llena)

con la indiferencia asustada de siempre
e intento decir algo

pero antes de siquiera entender lo que ocurre
me despierto

entonces
no es de día ni de noche:
un color tan extraño
en las paredes
como el pelo del caballo colgado