el tiempo
Cuando y donde nací el otoño empezaba en marzo.
Cambiado el rumbo
dado vuelta el mapa
el otoño llega cuando acaba septiembre.
El cuerpo finge al final del verano
seguirle la corriente
a las nubes, a las hojas de los árboles,
a la luz lenta de los amaneceres, al frío en los pies,
a la taza de té a media tarde, a la música confabulada con la lluvia,
a esta melancolía.
Sin embargo
dentro del entramado histórico
de células y neurotransmisores aturdidos
a veces se perciben focos de rebeldía,
desórdenes, motines
como si los recuerdos que estaban escondidos
con las fechas cambiadas
quisieran derrocar al calendario, al mapa
poner el tiempo y el espacio en orden
volver sobre sus pasos
recuperar sus coordenadas
como un barco perdido en la niebla.
Cambiado el rumbo
dado vuelta el mapa
el otoño llega cuando acaba septiembre.
El cuerpo finge al final del verano
seguirle la corriente
a las nubes, a las hojas de los árboles,
a la luz lenta de los amaneceres, al frío en los pies,
a la taza de té a media tarde, a la música confabulada con la lluvia,
a esta melancolía.
Sin embargo
dentro del entramado histórico
de células y neurotransmisores aturdidos
a veces se perciben focos de rebeldía,
desórdenes, motines
como si los recuerdos que estaban escondidos
con las fechas cambiadas
quisieran derrocar al calendario, al mapa
poner el tiempo y el espacio en orden
volver sobre sus pasos
recuperar sus coordenadas
como un barco perdido en la niebla.
3 Comments:
Supongo que debe ser curioso ese cambio de percepción del tiempo, es decir, a ver si me explico: para mí siempre el otoño comienza a finales de septiembre ya que no lo he vivido mas que de esa forma.
Se podría sacar una conclusión: las coordenadas, los mapas, los relojes, los lugares, las personas etc. todo tiene su latitud y longitud, así que cuando lo sentimos desbaratarse, es como si nos metieran en un bote de cocacola y lo agitaran.
Ups. así queda, no lo cambio, es lo que se me ocurrió.
C.A. Makkkafu.
pues sí. esa sería la idea. normalmente prevalece el orden, pero hay días, horas, minutos o segundos en que algo se tambalea (por suerte no es lo habitual).
un beso, makkkafu.
samsa
Yo nací en primavera y si volviera a nacer donde estoy ahora, sería otoño, exactamente al revés que tú, y exactamente igual.
En cualquier caso (o clima, o mes) me sigue encantado leerte.
Un beso para ti.
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