sábado, septiembre 07, 2013

agosto

Dos moscas fornicando en sutil equilibrio sobre el cable de la lámpara del salón. Breve pero intensa, la cópula da lugar a un agitado revoloteo que acaso podríamos llamar baile, luego del cual las moscan vuelven a posarse en el cable como si no se conocieran de nada pero quisieran conocerse del todo.
Aquí abajo ya ves la vida que yo llevo, levantando los ojos del libro de kafka y distrayéndome con dos moscas pegajosas de agosto.