viernes, enero 10, 2014

leído en el blog Intradiegético

31.

Desde alguna parte nuestra que no conocemos
nos sube a veces una pasión suelta,
como un cuadro que despegara de la pared
para ir a palpar el mundo,
como un cuadro que olvidase lo que tenía pintado.

Una pasión que no busca
el nacimiento de ninguna mano.
Una pasión vacante.

Tal vez ella nos salve.

(Roberto Juarroz)