miércoles, diciembre 07, 2016

Duelo

- Buenas tardes, venía a saltarme un duelo.
- ¿Otra vez?
- ¿Perdone?
- Sí, usted ya ha estado aquí antes.
- ¿Y? ¿Hay algún problema? ¿Hay un tope?
- El tope lo pone usted.
- Pues venía a saltarme otro duelo.
- ¿Trae todo?
- Traigo mi medalla de oro en salto de duelo sin red del 2014.
- Menudo curriculum.
- Se hace lo que se puede.
- ¿Y ahora?
- Pues quería saltármelo así porque sí.
- ¿Conoce los efectos secundarios?
- De memoria.
- ¿Y no le importa?
- Sí me importa pero no sé hacerlo de otra forma.
- ¿Y no quiere aprender?
- ¿Usted de qué lado está? ¿Esta no es la oficina de salto de duelo?
- Sí, es. Pero no creo en la obediencia debida.
- Así que usted es un empleado con personalidad que aconseja a quienes vienen aquí a solicitar asistencia que se lo piensen.
- Yo no le aconsejé nada. Le pregunto si no quiere aprender a hacer los duelos como la gente.
- ¿La gente cómo los hace?
- Organizadamente.
- Jajaja, déjeme que me ría. Usted tampoco tiene ni idea.
- Sí, sí tengo: primero está la negación, luego la etapa de rabia, después la aceptación y luego la tristeza.
- ¿En ese orden?
- Creo que sí.
- Pues yo siento todo eso todo mezclado. Es como un batido de duelo.
- Batirse a duelo.
- Con uno mismo. O con la muerte.
- Uno no puede batirse a duelo con la muerte.
- Yo sí puedo.
- No me sea omnipotente. Así está. ¿No se da cuenta de que es una batalla perdida?
- No está muerto quien pelea.
- ¿Y este momento del refranero popular? Usted tiene un poco de lío.
- Mucho lío. Tengo todo revuelto. Imposible parar y llorar lo suficiente, lo necesario. Y esta sensación inasible.
- Las sensaciones no pueden asirse.
- Pero no deja de ser incómodo, es como un pájaro revoloteando en la habitación, buscando la ventana (que no hay).
- ¿La habitación vendría a ser su cabeza o su corazón?
- Tengo pájaros revoloteando por todos lados, si le soy sincera.
- Lo que le ocurre no es muy distinto a lo que le ocurre a todo el mundo. Desdramatice.
- Arrancar el arpón de la carne apretada.
- He dicho des-dra-ma-ti-ce, no que dramatice.
- Hago lo que puedo.
- Tómese un tiempo, déjelo pasar, no luche. Pruebe a dolerlo, tendrá recaídas, no tenga prisa. Siempre será mejor así.
- No sé si podré.
- Nunca nadie sabe si podrá. Y así va el mundo.