viernes, junio 20, 2008

Autopsia

Al abrir el cuerpo sobre la mesa de operaciones, el médico encontró en el lugar del corazón, un congelador de la marca siam del año 1968.
Lo abrió pensando que dentro estaría el verdadero corazón, pero sólo halló unas patitas de pollo (a ella no le gustaban las patitas de pollo, pensó alguien en la sala), un tupperware con restos de algo imposible de descifrar y una bolsa de cubitos de hielo todos amontonados, formando un gran cubo deforme con muchas puntas.
El médico cerró la puertecita del congelador (que hizo un ruido como un quejido) y diagnosticó una muerte de lo más insulsa, aunque no pudo determinar cuándo había ocurrido.
Nadie reclamó el cadáver, pero sí el congelador, que ahora late desacompasado en el bar del pueblo.