sala de espera
Moriré de sed en tu boca
y de hambre en tu piel
no me darás más que el espacio que cabe
entre tu temor y la noche,
palabras entre paréntesis,
minutos infinitos
en esta sala de espera
despoblada
nada que sacie
esta voracidad
que llega a destiempo a la mesa de tus días.
Mientras,
con el ancla arrancada,
voy recogiendo viento y peces resbalosos
en mi red más bien desenredada.
y de hambre en tu piel
no me darás más que el espacio que cabe
entre tu temor y la noche,
palabras entre paréntesis,
minutos infinitos
en esta sala de espera
despoblada
nada que sacie
esta voracidad
que llega a destiempo a la mesa de tus días.
Mientras,
con el ancla arrancada,
voy recogiendo viento y peces resbalosos
en mi red más bien desenredada.
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