clint eastwood
Durante cuánto tiempo intentando protegerme de esto. Lo había leído, lo intuía en las canciones y en las películas. Suponía que sería arrasador. Imaginaba que removería cimientos, pondría patas arriba, cambiaría muebles de sitio, desordenaría coordenadas, daría vuelta los cuadros, apagaría las velas, escondería las llaves conocidas, bifurcaría las rutas, convertiría en amnesia las rutinas.
Me lo temía y sin embargo. No tuve miedo. Nunca quise mirar esta otra parte: no pensé que podría ser clint eastwood bajo la lluvia.
Yo no llevo paraguas y tú no sabes ver mi cara dentro de tu tormenta.
Así paso las horas, en esta espera inesperada y muda: descosiendo cicatrices, perdiendo la cordura perdida, viendo subir la marea de preguntas y dudas hasta la altura de mis rodillas.
Me lo temía y sin embargo. No tuve miedo. Nunca quise mirar esta otra parte: no pensé que podría ser clint eastwood bajo la lluvia.
Yo no llevo paraguas y tú no sabes ver mi cara dentro de tu tormenta.
Así paso las horas, en esta espera inesperada y muda: descosiendo cicatrices, perdiendo la cordura perdida, viendo subir la marea de preguntas y dudas hasta la altura de mis rodillas.
4 Comments:
En realidad Mery abre el picaporte que roza su mano,avanza bajo la lluvia, sube al coche extranjero, que no deja de señalar el camino con su parpadeante intermitente, y finalmente gira a la izquierda para vivir. besito. diego
buenísimo tu comentario, diego. eres un amor, aunque algo iluso (pero qué sería todo esto sin ilusión).
un beso.
diego. tengo tu peli, así que te copio en enlace de la escena, en versión orginal (maravillosa voz la de meryl streep) para que la recuerdes:
un beso.
http://www.youtube.com/watch?v=AaMST_hNUVQ&feature=related
qué cierto eso de no ver los rostros de los otros.
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